André Gomes, de nuevo una roja discutible
El Valencia CF se ha convertido en el segundo equipo más castigado de Primera División con cuatro expulsiones en lo que va de Liga. Parece que el conjunto ché sea muy agresivo, algo que no ocurre puesto que todas las tarjetas las han visto futbolistas ofensivos del equipo: dos delanteros (Alcácer y Rodrigo), un centrocampista (De Paul) y un mediocentro ofensivo (André Gomes). Tras el Málaga, que suma seis, el Valencia se ha situado como el equipo que más expulsiones ha sufrido en esta campaña. Algo sorprendente porque el equipo de Nuno Espirito Santo, es además, de los equipos que menos faltas hace por partido.
La última expulsión ha sido la de André Gomes ante el Rayo Vallecano y es un fiel reflejo de lo que está siendo la temporada para el Valencia, ya que no hay agresión del futbolista portugués sobre el jugador visitante. De hecho, es Gomes el que conduce el balón y con el brazo intenta ganar la posición, es una lucha cuerpo a cuerpo, pero Jozabed simula una agresión llevándose las manos al rostro. Se pone en duda cuál fue el criterio arbitral porque tampoco corta una jugada, al ser el mediocentro valencianista el que conduce el balón.
En dos jornadas consecutivas el Valencia ha visto como ha terminado con un jugador menos sobre el campo, ya que en Granada el turno fue para Paco Alcácer. Es verdad que el delantero valencianista impacta con su brazo en la pierna del jugador nazarí, pero el de Torrente sufrió una agresión anterior a esa jugada que invalidaba de todas todas cualquier jugada posterior. Paco Alcácer no agrede, a lo sumo repele una agresión, pero el jugador del Granada no vio ni cartulina amarilla en una acción en la que debió ser expulsado.
Con anterioridad, el Valencia tampoco terminó con 11 sobre el campo en Getafe y en Sevilla. La de Rodrigo en Getafe es evitable porque fueron reiteradas sus faltas y en la acción que ve la segunda amarilla impacta en el tobillo del rival azulón. Tampoco es discutible la de Rodrigo De Paul en Sevilla, en donde lanzó el codo para fajarse de un rival que vio la amarilla por hacerle falta previa a la agresión. Nada que objetar de las dos primeras rojas, pero sí de las dos últimas.