Manolo Preciado, un gran vacío sportinguista de 11 años: "Aquí lo que hace falta es alegría"

Tal día como hoy, hace 11 años, fallecía un entrenador mítico de nuestro fútbol, Manolo Preciado. El técnico cántabro falleció tras un repentino infarto en el año 2012, justo cuando horas antes se había anunciado su fichaje por el Villarreal, que en aquel momento era equipo de segunda división.

Entrenador de mano izquierda y derecha como lo recuerda David Barral, al que consiguió exprimir hasta el punto de estar en la prelista de Vicente del Bosque para el Mundial de Sudáfrica. El estratega logró dejar una huella imborrable en cada equipo que entrenó, como se ha podido ver esta temporada en el partido entre el Racing de Santander y el Levante, donde ambos equipos le rindieron homenaje a su eterna figura.

Levante, Racing de Santander, Linares, Sporting de Gijón y Villarreal, por solo unas horas, fueron los equipos que tuvieron la suerte de tener a un indomable míster como Preciado en sus banquillos.

Querido por muchos, extrañado por todos

Riñas como la que tuvo con José Mourinho son solo episodios que reflejan lo que era Manolo Preciado, una persona cercana, corriente y que amaba su trabajo. No es fácil que, cuando uno se marcha de un lugar, todos aquellos que le acompañaban le guarden el mismo cariño. En el mundo del fútbol esto se complica, ya que todos los futbolistas quieren jugar siempre, aunque esto no fue un problema para él.

Pese a la dificultad, consiguió que todos los jugadores a los que había dirigido guardasen un bonito recuerdo de su figura, como entrenador y como persona.

Once años de ese bigote tan característico, de ese manejo único del vestuario, de esas frases que hoy en día suenan raras, pero que representaban el verdadero fútbol, más de una década sin un personaje irrepetible de nuestra liga. Once años sin la leyenda del Sporting de Gijón, Manolo Preciado.