Joel Jiménez, a escena en el peor momento: a Gallego no le funciona el cambio de portero

El Real Sporting de Gijón cayó en los octavos de final de la Copa del Rey frente al Cádiz CF. Los de David Gallego fueron netamente superiores, pero no lograron perforar la portería de David Gil ni en el tiempo reglamentario ni en la prórroga. De hecho, el meta cadista acabó siendo el héroe del partido con varias atajadas y el primer penalti, ejecutado por Fran Villalba, también parado. Bajo la meta sportinguista, de cara a la tanda, hubo sorpresa. Y es que el técnico rojiblanco dio entrada a Joel Jiménez, meta de 21 años que ni siquiera había debutado aún.

Habrá quien piense en la decisión de David Gallego como un premio para el futbolista; también, quien crea que no era el momento de hacer experimentos; y los habrá que estén convencidos de que si el míster le da la oportunidad en un momento decisivo es porque tiene plena confianza en sus capacidades. Todas, opiniones válidas. Lo único cierto es que el chaval no paró ninguno de los lanzamientos, y que tampoco se le puede responsabilizar de la derrota porque es muy joven y apenas le dio tiempo a probarse.

De suplir a Cuéllar al campo en el momento más importante:

Todos quienes conocen a Joel Jiménez saben que se trata de, posiblemente, el futuro portero del Sporting. Tiene buena planta y unas grandísimas maneras como portero. Sin embargo, colocarle en el foco de una forma tan prematura ha podido ser arriesgado. No en vano, el portero está en las convocatorias del Sporting desde que el Pichu Cuéllar no ha podido estar debido a su lesión.

David Gallego arriesgó con aquella mítica de Louis van Gaal en el Mundial de 2014 con Países Bajos: la de sustituir a Marteen Stekelenburg por Tim Krul de cara a la tanda de penaltis por su habilidad. Sin embargo, esta no le salió bien. "Estaba hablado porque Mariño es un enorme portero pero lo penaltis no son su fuerte y Joel estaba tranquilo para tratar de poder parar alguno", contaba Gallego en sala de prensa. Sea como fuere, no se puede señalar ni al míster por una decisión técnica de este tipo ni al futbolista, que quizá le quedaba grande el momento.