Messi, un asado con la plantilla del Barça y el ejemplo del Sporting

La Agencia de Salud Pública de Cataluña, adscrita a la Consellería de Salud de la Generalitat, ha abierto un expediente por la comida que el pasado lunes celebró la plantilla del primer equipo del FC Barcelona en casa del capitán Leo Messi para evaluar si se vulneraron las restricciones por la pandemia. Un caso que recuerda directamente a lo ocurrido con el Sporting de Gijón allá por diciembre, cuando una fiesta acabó con una decena de positivos en el cuadro rojiblanco y en torno a 150 afectados en el Principado.

En un principio se habló de una fiesta celebrada el día 21 en un domicilio privado. Pero posteriormente, El Confidencial obtenía pruebas gráficas de una fiesta en la tarde de Nochebuena con varios jugadores del Sporting en un lugar de reunión habitual entre los rojiblancos, el restaurante Bellavista, un club gijonés perteneciente al Grupo Gavia, del cual es socio fundador el vicepresidente de la entidad, Javier Martínez, quien según el citado medio habría dejado la sala a los futbolistas para organizar la celebración, a la que asistieron unas 80 personas.

Ante lo ocurrido, el Sporting emitía un comunicado en el que explicaba la cronología de los hechos y recalcaba que los contagios se produjeron durante el periodo vacacional "en el ámbito social o familiar" y no en las instalaciones del club. Asimismo, el propio Martínez comparecía ante los medios para asegurar no tener pruebas concluyentes de que se produjeran fiestas privadas en domicilios de jugadores. Finalmente, y tras la investigación de la Policía Nacional, se deducía que no había caso índice, pero sí una acumulación de casos que se relacionan con ámbitos diferentes del entorno social.

Ahora es el Barça el que se enfrenta a una situación similar, a la cual estarán atentos en Gijón. Messi ofreció el pasado lunes en el jardín de su casa un asado argentino junto a todo la plantilla culé con la idea de cerrar filas en la recta final de la temporada, en la que se juegan el título. El vicepresidente del Govern en funciones, Pere Aragonès, anunció el martes que la Agencia de Salud Pública de Cataluña estudiaría este caso y "determinará desde un punto de vista técnico" si "a partir de aquí hay que dar algún paso más" y tomar alguna medida en concreto.