Hacer frente a una vida sin Djuka: el Sporting echa en falta su colmillo

Hace poco más de un año, algún aficionado del Sporting de Gijón se reiría si le dijesen que iba a echar de menos a Uros Djurdjevic. Le sobraban las razones para pensarlo puesto que, por aquél entonces, no había cumplido con las expectativas depositadas en su fichaje. Pero de un tiempo a esta parte, las cosas han cambiado y el serbio se ha erigido en el líder del equipo, hasta el punto de que su convocatoria con la selección de Montenegro ha dejado en evidencia la dependencia que el equipo tiene hacia él en el partido de este viernes ante el Alcorcón. Una dependencia que se acentuó aún más con las bajas de Manu García, Javi Fuego y Saúl García.

Los aficionados del Sporting todavía tenían muy reciente el último partido sin Djuka: el empate a dos ante la Ponferradina que el delantero se perdió por acumulación de tarjetas. El denostado Pablo Pérez se erigió como una alternativa más que fiable a la espera de lo lo que pudiese aportar un Víctor Campuzano que arrastraba molestias y no debutó en el once inicial hasta la siguiente semana.

Más juego que ocasiones

No se puede decir que los rojiblancos no dispusieron de oportunidades en el primer partido en el que estos dos jugadores compartían delantera. Sin ir más lejos, Campuzano tuvo en sus botas las dos ocasiones más claras del partido, una en cada parte, y Pablo Pérez también dispuso de alguna que otra llegada.

Por otro lado, ambos parecieron compenetrarse a la perfección: mientras que el asturiano se encargó del juego aéreo, el catalán se asoció muy bien con sus compañeros en la parcela ofensiva.

La nota positiva, que la hay, es que el estilo de juego de David Gallego no se parece en nada al de sus predecesores en el banquillo y que, incluso sin algunos de sus mejores jugadores en liza, el Sporting llega con peligro y genera ocasiones.