El día que el mayor de los Campuzano pudo fichar por el Oviedo

Ha costado más de lo que cabía esperar, pero Víctor Campuzano ya es nuevo jugador del Real Sporting de Gijón. El delantero catalán se ha convertido en el único fichaje rojiblanco durante el mercado de invierno tras meses de negociación con el RCD Espanyol. El padre del futbolista, Felipe Campuzano, compartía en Deportes Cope Asturias la felicidad de su hijo por arribar a El Molinón, a la par que dejaba una anécdota interesante, con el eterno rival, el Real Oviedo, como protagonista.

Al igual que su vástago, el mayor de los Campuzano también fue delantero. Formado en la cantera del FC Barcelona, coincidió con jugadores de la talla de Carlos Busquets, Luis Milla o Guillermo Amor. Debutó en Primera división de la mano del CD Málaga con el que disputó nueve partidos en los que no llegó a marcar. Fue entonces cuando su carrera estuvo a punto de llevarle al Carlos Tartiere, algo que podría haber cambiado el presente de Víctor: "El Oviedo quiso ficharme en un momento determinado", aseguraba Felipe.

Tras su paso por la Costa del Sol, regresó al Barça para jugar en Segunda con el filial. Desde entonces no volvió a salir de Cataluña: CE Sabadell, Nàstic de Tarragona, Rubí, UDA Gramanet y Terrassa FC. Fue en este último donde coincidió con los líderes del actual Sporting: "Jugué un año con David Gallego y Javi Rico. También estaba Rubi, el entrenador. Después yo me dediqué al sector sanitario y ellos siguieron vinculados al fútbol. Alguna vez hemos coincidido por los campos cuando iba a ver a mi hijo", explicaba.

Feliz por el fichaje de Víctor por el Sporting

"Estamos contentos. Ha sido una negociación difícil, complicada. En octubre parecía que todo estaba solucionado y en el último momento no tuvo el permiso para marchar. Ahora todo ha sido complicado también, pero sí ha podido salir. Está donde él quiere estar. De las opciones que tenía, él rápidamente se decidió por el Sporting", aseguraba Felipe Campuzano.

A la segunda fue la vencida: "El último día del anterior mercado, a las seis de la tarde estábamos preparando todo. Su hermano le dijo que se iba con él. Y nos llamaron para decirnos que el Espanyol no lo permitía. Fue una faena. Él quería marchar pero no le dejaron. Ayer yo tenía la esperanza de que se resolviera, pero en el fútbol ya no te sorprende nada. Como ya nos había pasado una vez, no queríamos ilusionarnos mucho. Estábamos a la expectativa", reconocía.