Conclusiones imposibles
Sacar conclusiones acerca de la plantilla del Sporting de Gijón resulta un ejercicio caótico. El boceto expuesto por Miguel Torrecilla la semana pasada está lleno de variables, incertidumbres y señalan improvisación. No hay evidencias en prácticamente ninguna de las líneas.
Desde la portería a la delantera. La próxima plantilla del conjunto gijonés depende en exceso del desarrollo del mercado. Para empezar, la línea defensiva, puesto por puesto, y sus efectivos totales no invitan al optimismo. No, al menos, en este preciso momento. Solo cuatro jugadores (Babin, Molinero, Cordero y Juan Rodríguez) tienen contrato. Por ello, el director deportivo anunció la intención de incorporar tres miembros defensivos, lo que dejaría en siete los efectivos defensores. Ocho si Canella acepta la oferta de renovación, aunque los cálculos también dependen de la situación de Juan Rodríguez.
La medular, sin embargo, es la excepción. El Sporting trabaja en la llegada de Javi Fuego, que se sumaría a los canteranos Nacho Méndez, Salvador, Pedro Díaz o, incluso, Gragera. También, en principio, a Cofie. Por Hernán Santana se espera una salida, aunque al jugador le asiste el derecho de percibir los dos años de contrato que le quedan.
La falta de luz, en cualquier caso, reaparece en el ataque por las bandas. Ahí entra también el optimismo desbordado, la posibilidad de repetir los errores del pasado reciente, considerando como extremos a jugadores del perfil de Robin Lod o Carlos Carmona. Torrecilla no anunció incorporaciones para esta parcela, lo que deja en cuarentena que José Alberto pueda mostrar sobre el campo la filosofía de juego que motivó su promoción al primer equipo. Jugadores de ida y vuelta en los costados, con mucho recorrido. En este instante, con Isma Cerro recuperándose de su grave lesión, solo Aitor García y Álvaro Traver cumplen estas características. Serían dos hombres para toda una temporada.
Tampoco la delantera, ni mucho menos, se libera de este laberinto. Uros Djurdjevic, Neftali y Pablo Pérez. El serbio es una garantía, pero insuficiente él solo para una competición de 42 jornadas. Por Pablo Pérez sigue el empeño en desplazarle de su posición habitual, la mediapunta, mientras que Neftali tuvo una participación testimonial en su cesión al descendido Córdoba. Torrecilla tampoco señaló la delantera como una de los objetivos del mercado.