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Los palos frenan al Sporting

Aitor, en una acción del encuentro.

El Sporting ha empatado contra el Málaga en La Rosaleda, en un buen partido y emocionante hasta el final. Los rojiblancos se adelantaron con un penalti transformado por Uros Djurdjevic en la primera parte, pero Leschuk hizo el empate en el 82'. En la recta final pudo pasar de todo, ya con uno hombre menos cada equipo por las expulsiones de Pablo Pérez y Diego González. 

Con la alineación esperada, con Salvador por el sancionado Cofie y Traver en el costado diestro. El Sporting comenzó resistiendo el arreón inicial del Málaga, con varios hombres en el centro del campo, lo que multiplicaba el trabajo de Salvador y Nacho Méndez en el centro del campo.

El plan pudo venirse abajo si Alejo no hubiese perdonado en el minuto 4, en una jugada por la izquierda con pase final al punto de penalti. El atacante falló para fortuna rojiblanca. También tuvieron buena suerte los de José Alberto en el 20'. Traver la buscó con una buena prolongación hacia Geraldes, aunque Salvador se cruzó en su camino. Ambos se torpedearon y fruto del desbarajuste el mediocentro zamorano fue derribado dentro del área. Adrián metió la pierna donde no debía. Penalti claro y diálogo entre Djurdjevic y Alegría para tomar la responsabilidad del lanzamiento. Se impuso la personalidad del serbio, quien esta vez no falló. Lo tiró igual que ante el Oviedo, pero el balón terminó dentro de la portería.

Desde los 11 metros, este fue el único disparo del Sporting en toda la primera parte. Eso sí, Alegría reclamó otro penalti por bloqueo de Luis Hernández. No apreció lo mismo el colegiado. Poco más antes del descanso, demasiadas faltas del conjunto gijonés que los locales no aprovechaban.

En la reanudación, sin cambios, el equipo gijonés no sufrió el acoso inicial del Málaga. Todo lo contrario. Peybernes la tuvo clara para hacer el segundo en el 50', lo evitó el larguero tras un saque de esquina. El juego de Alegría hacía daño al Málaga, mucho, con su juego de espalda y cada vez que protegía el balón. Eso daba un respiro a los de José Alberto, que daban la sensación de poder hacer el segundo a la contra. En una de ellas se equivocó Aitor con su disparo cuando Uros estaba prácticamente solo. Acto seguido el serbio fue sustituido, se fue con un buen enfado.

En cualquier caso, el Málaga seguía ahí. Dispuesto y con argumentos y calidad para echar abajo la quinta victoria consecutiva, sobre todo, tras la rigurosísima tarjeta roja directa a Pablo Pérez en el 66'. Se hizo el equilibrio, menos mal para los intereses gijoneses, con la segunda amarilla a Diego González en el 72'. Otra vez clave Alegría, enorme en cada disputa.

Ya en la recta final, sin Aitor por Robin Lod, el Sporting encajó la igualada cuando apenas sufría. De un saque de banda, tras varios toques, el balón le quedó a Leschuk, que no perdonó ante Mariño. Los últimos minutos, como los del derbi, también fueron de infarto. Pudo pasar cualquier cosa. Lod, primero, envió una falta directa al palo y, a la siguiente jugada, Mariño salvó la derrota con una gran parada al cabezazo de Seleznov. Con empate terminó el partido, un gran encuentro.

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