Emilio Butrageño alaba la actitud de Quini en el verde

Emilio Butrageño, Director de Relaciones Institucionales del Real Madrid, ha hablado de la belleza del fútbol y de lo importante que son algunos futbolistas dentro de él. Por ello, no faltó mencionar a la figura de Enrique Castro 'Quini': "Hay protagonistas dentro de este mundo que hacen que los niños sueñen con ser algún día como ellos, en este grupo entra Quini".

Más tarde, comentó la grandeza del exjugador asturiano y su correcta actitud dentro de los terrenos de juego: "Quini era muy importante dentro del campo, pero además su comportamiento hacía que despertase en sus aficionados una admiración grande y en sus rivales un respeto por su figura. Algo muy difícil que él consiguió".

 "Su comportamiento hacía que despertase en sus aficionados una admiración grande y en sus rivales respeto"

"Hubo un campeonato de liga en el que el Sporting se disputaba el título con el Real Madrid. Recuerdo que el equipo fue al Molinón estando muy igualado a puntos y faltando muy pocas jornadas. Finalmente, el Madrid ganó 0-1 con un gol de Santillana, creo recordar". Palabras de un exjugador blanco que rememoraba tiempos pasados.

Butrageño deja claro que "en un momento de la historia existió una gran rivalidad entre ambos clubes y que el respeto y la admiración siempre estuvo presente entre los dos gracias a él". Señalando constantemente lo importante que era esta personalidad dentro del vestuario.

Este continúa hablando de la gran consideración que se le tenía: "Al final todos los que pertenecemos a la familia del fútbol sabemos lo difícil que es triunfar y lo difícil que es ganarte el respeto en este mundo. Quini tenía el respeto de todos por lo que hacía en el campo, pero sobre todo por su comportamiento dentro de él".

"Era muy competitivo, un gran goleador, una persona con un comportamiento muy exquisito. Muy respetuoso con el rival, el árbitro… eso la gente lo aprecia. Por ello, el madridismo en general le tiene un gran respeto a pesar de no ser jugador nuestro". Palabras con las que concluía sus agraciadas declaraciones hacia uno de sus mejores rivales.