Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros con fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada (recopilan datos sobre tus gustos y perfil).

Si continúas navegando por el sitio, estás aceptando su uso.

Puedes rechazar la utilización de cookies u obtener más información al respecto en nuestra Política de Cookies

A través de cualquiera de las páginas webs del Grupo tiene la opción de personalizar las cookies tal y como desee.

Es Noticia

Semana clave para Baraja

Rubén Baraja, durante el Sporting-Reus (Foto: Luis Manso.
Pablo Guisasola

El Sporting y su entrenador Rubén Baraja pasan por el peor momento de los últimos meses, después de la derrota ante el Rayo Majadahonda y el empate frente al Reus en El Molinón. Dos resultados decepcionantes que han multiplicado las críticas al equipo, cuerpo técnico, dirección deportiva y consejo de Administración.

Entre todos ellos, por la ‘ley del fútbol’, Rubén Baraja se juega su continuidad al frente del banquillo de la entidad asturiana. Así, el técnico pucelano afronta estos días una prueba para su permanencia. Primero, el jueves a domicilio, contra el Rayo Majadahonda en la Copa del Rey y, sobre todo, frente al Cádiz el próximo domingo en el Carranza. Si la imagen vuelve a ser desoladora su continuidad quedará aún más en entredicho.

En ese sentido, la grada de El Molinón se manifestó de manera inequívoca el pasado sábado. Los seguidores rojiblancos pidieron su dimisión, así como la de la directiva. El tanto sobre la bocina de Carlos Carmona no evitó el incendio. Al margen de los resultados, tres victorias, tres derrotas y otros tantos empates, a Baraja se le recriminan sus decisiones.

Son varias sus elecciones cuestionadas. Para empezar determinadas selecciones. Su apuesta por Cofie desespera a la afición, el centrocampista ha elevado el sentimiento de pérdida por Sergio Álvarez. El ghanés no justifica la confianza, mientras el olvido de Cristian Salvador carece de argumentos. Futbolistas como Carmona, entre otros, son empleados en posiciones que no se ajustan a sus cualidades.

Lo mismo ocurre con la filosofía de juego del conjunto gijonés. Una fotocopia del curso anterior, cuando sin embargo carece de las mismas piezas. Tiene maneras para jugar al contragolpe, aunque para ello no tantos argumentos como la temporada pasada. La plantilla fue dotada de jugadores asociativos que no encuentran su sitio con este planteamiento.

Todo ello, por otra parte, señala directamente a Miguel Torrecilla. Sus fichajes, de momento, no parecen acertados. En dos veranos no ha sido capaz de formar un proyecto que ofrezca garantías inmediatas y, lo peor, tampoco futuras. A día de hoy, la afición no tiene esperanza alguna en la lucha por el ascenso, motivo por el que el club asegura haber hecho un esfuerzo económico para cerrar su plantilla del primer equipo. Lo ha hecho dando vía libre a la retahíla habitual de fichajes, sin marcar ni una sola directriz. Su absoluta desvinculación en la toma de decisiones, salvo para traspasos o renovaciones, motiva también la nula identificación de la grada con el equipo.

De esta forma, la tendencia se repite una y otra vez. Al margen de entrenadores, el Sporting tiene un problema de fondo. A pesar de ello, y aunque quizá no ejerza como solución, Rubén Baraja se juega estos días su continuidad en el banquillo.

Escribir comentario 1 comentario
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar

  1. Manuel

    ‌el gran problema del Sporting es que si echan a Baraja, el ILUMINADO de Torrecilla en vrz de poner a ALBERTO que es el idoneo, este personaje nos va traer a otro peor o bien amigo de el o bien alguien que a el le convenga para seguir CHUPANDO.