Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros con fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada (recopilan datos sobre tus gustos y perfil).

Si continúas navegando por el sitio, estás aceptando su uso.

Puedes rechazar la utilización de cookies u obtener más información al respecto en nuestra Política de Cookies

A través de cualquiera de las páginas webs del Grupo tiene la opción de personalizar las cookies tal y como desee.

Es Noticia

Encrucijada rojiblanca

Pablo Guisasola

El Sporting de Gijón no está dispuesto a permitir la salida gratis de su portero titular Iván Cuéllar. O eso al menos de momento, a pesar de que la entidad asturiana ve con buenos ojos su salida por el exceso de efectivos en la portería, así como por la masa salarial que liberaría. El Leganés quiere a Cuéllar en su plantilla. 

Con el antecedente de Mariño, por el que el Sporting pagó una pequeña cantidad al Levante, la entidad asturiana ha trasladado al agente de Cuéllar, el exrojiblanco Pepe Mesas, que el Leganés deberá pagar traspaso si se quiere llevar al portero. Cuéllar, mientras, asiste sin demasiada preocupación a las gestiones que rodean su futuro, con la tranquilidad del contrato que le une al Sporting. 
No en vano, para Cuéllar su salida de Gijón no es, ni mucho menos, una prioridad. Le gustaría jugar en el Leganés y seguir en la máxima categoría del fútbol español, como también cumpliría "encantado" el contrato que le resta con el Sporting. Eso dijo al término de la última temporada y, en ese sentido, no ha cambiado de parecer. 
Sin embargo, al conjunto gijonés sí que le conviene su marcha. Considera que la portería quedaría, con creces, cubierta a pesar del buen nivel de Cuéllar, además del margen económico que ganaría para acudir al mercado de fichajes. Por eso el Leganés, de momento, no ha accedido a pagar por el meta, mientras que el Sporting intenta proyectar que no tiene un problema en la portería, o lo que es lo mismo, que no tiene como prioridad la marcha de Iván Cuéllar. 
Asimismo, el Consejo tiene presente la llegada de Mariño el verano pasado, en una operación muy ventajosa para el Levante. Se pagó por quien fue segundo portero el curso pasado, además de la indemnización que abonó a Alberto para la rescisión de su contrato. Así, esta vez con Miguel Torrecilla en la dirección deportiva, el club asume los riesgos para hacer un buen negocio
 

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar