Pese a que los números digan que apenas suma puntos como local, lo cierto es que visitar al SD Eibar siempre es incómodo para los rivales. El Sevilla FC ha vencido este sábado en Ipurua pero el 0-2 no refleja realmente las dificultades que encontraron los de Julen Lopetegui en la primera hora del encuentro. Incomodidades que aparecieron hasta para llegar al propio estadio. La estrechez de la calle obligó al conductor del autobús sevillista a maniobrar con delicadeza para girar y entrar. Una tarea de precisión que servía como avance de lo que le esperaba a los jugadores sobre el césped.
Hasta necesitó el conductor la ayuda de los policías de la Ertzaintza que se encontraban vigilando los exteriores de Ipurua. Menos problemas encontró el segundo de los autobuses, el que transportaba hasta el estadio a los dirigentes del Sevilla FC. Este entró sin apenas problemas al ser más pequeño en longitud. Pero el primero, el serigrafiado con el escudo sevillista y que llevaba a los jugadores y al cuerpo técnico, tuvo que recurrir a un laborioso trabajo de precisión.
Todo se desarrolló finalmente sin problemas, como el encuentro. En él, los de Julen Lopetegui marcaron un gol en cada una de las partes para llevar se tres puntos importantísimos que colocan al Sevilla FC como tercero a la espera de ver qué hace el FC Barcelona este domingo.