Pablo Alfaro ha vivido varios derbis con la camiseta del Sevilla. El excentral llegó a la capital hispalense cuando Joaquín Caparrós se hizo cargo del equipo en Segunda División. Al sortear el calendario en el verano, Alfaro vio una respuesta inesperada por parte del vestuario.
"En la primera pretemporada que hice con el equipo –el verano del 2000–, me llamó especialmente la atención algo que ocurrió uno de esos días. Se había sorteado el calendario de la temporada mientras estábamos entrenando y lo primero que hicieron todos los jugadores al terminar la sesión, sobre todo los canteranos, fue ir corriendo al vestuario. Querían ver el día del partido ante el Real Betis (19 de noviembre del 2000). Desde ese momento en tu cabeza siempre está ese ‘Día D’. Vas jugando los otros partidos, pero ahí, en un rinconcito, siempre está esa fecha. Porque el derbi dura 90 minutos, pero se vive muchas semanas antes y muchas semanas después”, reconocía Alfaro en The Coaches' Voice.
Alfaro siempre fue uno de esos futbolistas que no caían muy bien en el campo del Betis. Por las declaraciones del excapitán del Sevilla, parece que eso le gustaba. "Tengo que reconocerte que a mí me gustaban especialmente los derbis en el campo del Betis. Saber que estabas defendiendo a tu equipo y tus colores rodeado de la afición rival y de un ambiente más hostil. Era como meterte en la boca del lobo. En uno de ellos nos tocó ir solos a la “guerra” (marzo de 2003). Las relaciones de las directivas han pasado por diferentes etapas a lo largo de todos estos años, con buenos y malos momentos. Pero nunca al nivel de lo que ocurrió en esa ocasión. Directamente ni se hablaban. Así que el Betis decidió no vender ninguna entrada a los aficionados del Sevilla. El ambiente ese día, por supuesto, fue muy complicado. Posiblemente el más difícil que haya vivido yo en el Villamarín, y más cuando nos pusimos ganando 0-1, un resultado que aguantamos hasta el final", recordaba Pablo Alfaro. Ese derbi se lo llevó el Sevilla con gol de Marcos Vales.
Por último, el excapitán del Sevilla recuerda su balance en los derbis. "En cinco temporadas en el Sevilla jugué nueve derbis y nunca salimos derrotados. Como ya no volveré a jugar ninguno más queda para orgullo de los aficionados. Poder decir: “Nunca hincó la rodilla ante el eterno rival”", concluía.