Caparrós en estado puro a la llegada del Sevilla a Heliópolis

Los derbis se viven desde mucho antes de que empiece a rodar el balón, y en las horas previas la temperatura sube por momentos. Uno de esos momentos álgidos es cuando llegan los autobuses de los equipos al escenario del encuentro, especialmente el del equipo rival. En este caso, la llegada del Sevilla FC al estadio del Real Betis ha cubierto todas las expectativas.

Apenas unos minutos después de salir del hotel de concentración, el autobús sevillista ha accedido al Benito Villamarín por la zona de la calle Iguazú, con fuertes medidas de seguridad y la afición bética bastante lejos.
El protagonista, como no, era Joaquín Caparrós, que ha llegado en el primer asiento con los brazos en alto y los puños cerrados, viviendo el derbi como solo él sabe, sentado junto a un presidente José Castro algo más calmado.
Además, la trasera del autobús estaba especialmente animada por Paco Gallardo, que está inyectando sevillismo a los futbolistas, que aporreaban los cristales mientras llegaban al Villamarín. Uno de los más enfervorizados era Sandro Ramírez.