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Logro, eliminación y análisis

Lewandowski y Lenglet, en el partido en el Allianz.
Álvaro Ramírez

El Sevilla cayó este miércoles en la Liga de Campeones. Una Liga de Campeones que ha cerrado de manera más que notable, pues ha igualado su mejor clasificación de la historia en la máxima competición europea, los cuartos de final. 60 años después volvió unos cuartos de final emulando a aquel Sevilla, aunque con resultados algo diferentes. Ambos, en 1958 y en 2018, se saldaron con derrotas en la ida y empates en la vuelta, pero nada que ver con los 8 que le marcó el Real Madrid al 1-2 y al 0-0 con el Bayern.

El caso es que en la Liga de Campeones la valoración solo puede ser positiva. La actuación sevillista ha sido histórica y además con un sonado triunfo en Old Trafford, por ejemplo.
Hay, pues, dos planos a la hora del análisis reciente de la Champions y de esta eliminatoria de cuartos de final. Por una parte, la valoración, ya argumentada, de una magnífica Liga de Campeones donde el Sevilla ha hecho historia, ha logrado grandes ingresos (más de 50 millones de euros) y ha alcanzado una repercusión aún mayor de la que tenía.
Luego está la actuación ante el Bayern Múnich. La sensación también es agridulce. Porque si bien desde el sorteo se sabía que el Bayern era superior, que era el claro favorito, sobre el terreno el Sevilla ha demostrado que ha podido tutearlo. Es más, a doble partido el equipo alemán no hizo ni un gol, pues los dos fueron en propia puerta, de Navas y Escudero. 
En el Allianz Arena, aunque algunos análisis podían apuntar a un triunfo claro y hasta arrollador del equipo alemán, también el encuentro fue muy ajustado, y de hecho acabó en empate a cero.
Le ha faltado al Sevilla, con en casi todas las fases de la temporada, dos cosas fundamentalmente para haber ido incluso más allá y haber convertido esta Liga de Campeones en algo aún más grandioso. Efectividad y físico. La solución para lo primero quizás no esté ya en esta plantilla, porque sus atacantes han demostrado de forma sobrada que, si bien son virtuosos en muchas facetas, la goleadora no es una de ellas.
En cuanto a la segunda, el Sevilla empieza a dar síntomas de un cansancio algo previsible, teniendo en cuenta que la política de Vincenzo Montella ha expuesto a sus titulares a una acumulación exagerada de minutos. Franco Vázquez ya lo admitió en la previa del partido ante el Bayern, y sotto voce otros futbolistas empiezan igualmente a admitir que el curso empieza a pasar factura, justo cuando llega el tramo más importante de la campaña. Se ha visto de forma muy clara en las dos segundas partes de esta eliminatoria ante un Bayern que exige mucha capacidad física al rival, para robar y correr tras la pelota.
Con todo, a partir de ahora la temporada se juega o en un solo partido, la final de la Copa del Rey, o en un tramo final de la temporada que se presenta también intenso y exigente. Eso sí, si hay campanada en el Wanda todo pasará a segundo plano.

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