Eduardo Berizzo ha estado muy sincero en el encuentro que ha tenido con Quique Setién para inaugurar el curso de entrenadores de la RFAF.
Hablando sobre los entrenamientos que lleva a cabo a puerta cerrada, el argentino se ha mostrado sincero a la hora de dar una explicación al respecto. En las sesiones, la exigencia va al máximo, y para ello es necesario motivar al futbolista, a veces a través de la ofensa. "Créame que no sucede eso, no hay fantasmas sobre eso, yo no dejo ver mis entrenamiento por si se conoce la táctica. Eso no es problema. Si tengo problema porque quiero que el entrenamiento sea exigente y para desarrollarlo así y tiro para arriba, a veces a los jugadores hay que ofenderlos. Eso genera una tensión que si alguien de fuera lo ve, el comportamiento del entrenador y el jugador ya no es el mismo", relataba el entrenador argentino.
Por otro lado, Berizzo quiso recordar las influencias que tuvo de Marcelo Bielsa, su mentor como técnico. "Aprendí mucho siendo jugador y luego su asistente. Luego aprendí muchas cosas que no se hacen. No diré nombres. Errores en la comunicación, injusticias, malos entrenamientos. En mi último año en el Cádiz tuve a Víctor Espárrago que me enseñó cómo se conduce un equipo. Era serio y respetado pero cuando se te acercaba te hablaba como si fuera tu padre que cree en ti. Me gustó mucho. Me dejaron marcas. Sólo puedes entrenar como Bielsa si eres Bielsa. Tiene que ver con el carácter de cada uno. Puedo no puedo imitarme en otro. Aprendí cosas que no repetiría", concluía Berizzo.