Y el destino se cebó con Sergio Ramos

Ya era protagonista desde el jueves, pero desde luego lo ha sido durante el partido de este domingo. Sergio Ramos, capitán del Real Madrid, exjugador del Sevilla, silbado desde el calentamiento por su celebración de su gol en la Copa, fue protagonista, volvió a serlo, y de nuevo también por un gol, aunque este no lo celebró el camero, no podía. Se lo metió en su portería. Fue el giro que dio el destino a una situación controvertida, peculiar, y que cayó del lado del Sevilla en el partido. El canterano sevillista soportó los pitos y cánticos de la afición cada ve que tocaba la pelota desde antes del comienzo del partido, que sin embargo jaleó su gol en propia puerta.

En el calentamiento del Real Madrid, Sergio Ramos fue el primero en saltar al césped. Desde ese momento los pitos del poco público que todavía había en el estadio se centraron en él. Además de los pitos, los aficionados recordaron a Ivan Rakitic y Daniel, también exsevillistas, pero que son recibidos de una manera muy diferente tal y como dijo Ramos en la zona mixta el pasado jueves. Además, el ex del Sevilla no se tapó durante el calentamiento. Ramos chutó en varias ocasiones a la portería de gol norte para calentar con la consecuente pitada y críticas del público.
No fue el único detalle a tener en cuenta. Con los jugadores ya en el campo para comenzar el encuentro, el camero se dirigió hasta el banquillo local para saludar a Sampaoli. Y es que en la previa del partido, el técnico argentino abogó por la reconciliación entre el jugador y la grada. Seguramente con el saludo, Sergio Ramos quiso agradecer al de Casilda su gesto.
En varios tramos del partido, los Biris insultaron al camero y el resto de la grada reprobó la acción con pitos para esa zona del estadio. Sin embargo, el fútbol tiene cosas impredecibles. Con todo lo que sucedió hace unos días tras el penalti del camero, en el minuto 85 de partido, Sarabia ponía muy bien una falta  Sergio Ramos se metía un gol en propia puerta y daba alas al Sevilla para entrar de nuevo en el partido. Lo lamentaba el central, y más lo lamentaría con el gol de Jovetic.
Fue, esta sí, una noche aciaga de Sergio Ramos en Nervión.