La planificación del Sevilla FC da sus primeros pasos. La llegada de Pablo Sarabia da el pistoletazo de salida al mercado de fichajes en las oficinas de Nervión. Futbolista joven, el mediocentro capitalino atesora calidad con la pelota en los pies. Además, el golpeo a balón parado a larga y corta distancia, es otro de los aspectos a destacar en su estilo de juego.
Criado en la cantera del Real Madrid, desde sus inicios siempre tuvo clara su misión en el terreno de juego: controlar la pelota, conducir y teledirigir el pase previamente consensuado con su raudo pensamiento en el terreno de juego. Progresó por todas las categorías del conjunto merengue hasta debutar con el primer equipo en un partido de UEFA Champions League ante el Auxerre en la temporada 2010/2011. Disputó los últimos dieciocho minutos en banda izquierda en detrimento de Cristiano Ronaldo.
Un año más tarde recalaría al sur de Madrid. Pronto ganaría en protagonismo y mostraría sus credenciales temporada a temporada. Futbolista de conducción fugaz acompañada de una exquisita visión de juego hacen de Sarabia el recambio natural, en principio, de Éver Banega. Por si fuera poco, no está exento de carácter en el golpeo de pelota así como en el movimiento sin balón.
Marcar el compás y el tempo del partido es su virtud principal. Esta temporada y pese al descenso del Getafe ha dado buenas muestras de envíos precisos y medidos que han supuesto goles para el equipo azulón. Sus números en 146 partidos con la camiseta getafense han sido de 15 goles y 21 asistencias, de las cuales, siete las ha proporcionado esta temporada.