La cuesta abajo de Marko Marin

La carrera deportiva del mediapunta Marko Marin va cuesta abajo y sin frenos. Ya la temporada pasada dejó claro Unai Emery que si no se sacrificaba por el equipo no tendría minutos en un fútbol tan táctico como el actual. El alemán no respondió, y se marchó de su cesión del Sevilla FC con más pena que gloria. Y con la gran mácula de ser sustituido en la final de la Liga Europa pocos minutos después de ingresar al campo. Este curso, el Chelsea buscó para él una nueva cesión, en esta ocasión a la Fiorentina. De nuevo, su rendimiento ha dejado mucho que desear, hasta tal punto que ingleses e italianos han roto el contrato de mutuo acuerdo, y Marin se marcha cedido al Anderlecht belga.

El jugador, de 25 años, formó parte de la selección germana en el Mundial de Alemania 2010 y la pasada campaña se proclamó campeón de la Liga Europa con el Sevilla. Marin, que busca protagonismo y continuidad en los partidos, se mostró "contento" en el acto de presentación con el conjunto bruselense, asegurando que es un club que "tiene un gran nombre en la escena europea" y al que tratará de ayudar a conseguir éxitos.
Un futbolista con una calidad superlativa, pero con un nulo sacrificio defensivo. Además, se trata de un hombre propenso a las lesiones, lo que le tuvo alejado de los terrenos de juego la temporada pasada en Nervión en bastantes ocasiones. En la Fiorentina, no ha disputado ningún partido en el Calcio, aunque sí cuatro en la Liga Europa, donde anotó dos goles.