Míchel y el Sevilla, un fracaso en dos partes

Ya no puede hablarse de Míchel González como del entrenador del Sevilla, puesto que el club de Nervión ha destituido al madrileño después de una nefasta dinámica deportiva que tiene al equipo más cerca del descenso que de Europa.

Puede hablarse de un fracaso repetido, en dos partes. Míchel llegó a la entidad en febrero del pasado año con el objetivo de reconducir la situación originada con Marcelino García Toral en el banquillo y llevar al equipo a competir de nuevo en Europa. Su renovación, a priori, dependía de la consecución de este reto. Sin embargo, Míchel no consiguió clasificar al Sevilla para la Europa League. Mejoró en la tabla, pero la segunda competición continental quedaba, con la Liga concluida, a cinco puntos, los mismos que cuando tomó las riendas.
El balance en sus primeros meses como técnico nervionense fue de 7 victorias, 3 empates y 7 derrotas; 26 goles a favor y 23 en contra.
Pese a ello, la directiva encabezada por José María del Nido, después de analizar la situación y estudiar alternativas, renovó su confianza en el preparador de Madrid, que desde ese momento incidió en la importancia de comenzar la temporada desde el verano y en marcar unas pautas de comportamiento cuyo resultado fuese la disciplina del plantel, algo que no se encontró a su llegada en febrero.
Pero la única verdad es que el conjunto blanquirrojo ha ido decayendo con el paso de las jornadas. Ha pasado una vuelta completa, y solo en las primeras fechas dio el Sevilla sensación de fuerza y carácter, de tener un concepto definido de juego y saber cómo defenderlo. Pero el fuego de ese inicio se apagó tras la injusta derrota a manos del Barcelona en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Desde entonces, solo la histórica victoria por 5-1 en el derbi puede remarcarse positivamente en el campeonato de la regularidad, donde el balance total en este curso 2012/13 hasta la fecha es de 6 triunfos, 4 empates y 9 derrotas; 23 tantos a favor y 28 encajados.
Únicamente el buen hacer en la Copa del Rey, donde el equipo ha caminado con entereza y seguridad hasta los cuartos de final que se disputan esta misma semana, lava la imagen de Míchel. En total, 16 victorias, 7 empates y 17 derrotas en partidos oficiales sumando ambas campañas.
El propio técnico agradecía la confianza fuera de lo común que el presidente estaba depositando en él pese a los resultados. La confianza, tras perder en Valencia ofreciendo una pobre imagen, se ha agotado definitivamente este lunes.