La rama sevillista de la biografía de Sergio Ramos
Por ejemplo, Pablo Blanco. El coordinador de cantera nervionense desde el principio pensó que "era el tipo de jugador que acabaría jugando en el Real Madrid". No se equivocó. "Me di cuenta de que aquello iba en serio cuando Ramón Martínez y Sacchi vinieron a ver el primer partido de Liga contra el Racing el 28 de agosto de 2005. Durante el partido no paraban de preguntar cosas personales sobre Sergio, su familia, cómo era fuera del campo. Su faceta futbolística la tenían perfectamente controlada, pero querían saber otras cosas", cuenta Blanco.
Sergio Ramos no se libra de las buenas palabras, todos subrayan la fuerte mentalidad del camero. Joaquín Caparrós, el hombre responsable de que debutase en Primera, comenta que "tiene genes de líder", que "ha nacido para competir", incluso asegura que Ramos es "uno de los elegidos". "Si se hubiese dedicado al tenis sería jugador de la Copa Davis, si se hubiera dedicado a la natación sería olímpico", comenta Caparrós, seguro de que el jugador siempre estuvo destinado a hacer algo grande. Joaquín Caparrós también declara que "transmite seguridad en sus posibilidades y eso los compañeros lo perciben desde el primer día".
Son muchos los que saben del talento de Ramos, y ninguno se quiere quedar sin contarlo. Javi Navarro, excompañero suyo, declara que él y sus compañeros lo veían "como un chaval con carácter muy vivo, espabilado". "Un chaval de calle, muy de Sevilla, rozando el vacilón, pero al mismo tiempo sencillo, que sabía respetar a los más veteranos y que sabía en cada momento con quien se podía comportar de una forma o de otra", asegura Navarro. Pablo Alfaro afirma en el libro que "la cabeza siempre le ha funcionado bien".