Porque, según Marca, esos cánticos se reprodujeron fuera del campo, en un conocido bar, muy cercano al Ramón Sánchez Pizjuán. Varias decenas de seguidores volvieron a repetir esa frase justo cuando por allí pasaban dos futbolistas nervionenses, a quienes increparon: Emir Spahic e Ivan Rakitic, inseparables en la plantilla. Al central bosnio no le sentó nada bien que le increparan y se llegó a enfrentar a varios aficionados, incluso se encaró (según ha sabido ElDesmarque, algunos presentes afirman que intentó propinar un cabezazo a un seguidor). En todo momento, Rakitic adoptó un tono conciliador e intentó separar a su compañero de los muchos aficionados que ya se agolpaban alrededor del bosnio. Es más, el croata hasta llegó a recibir un empujón y hasta cayó al suelo. Su reacción de nuevo fue poner calma y sacar a Spahic de ese embrollo.
Finalmente, los jugadores lograron marcharse al hotel de concentración del Sevilla, muy cercano a esa zona, para recoger sus coches.
En la entidad ya conocen lo sucedido y esperarán para tomar alguna medida. Lo primero será escuchar la versión de los futbolistas.