Zokora fue traspasado al Trabzonspor por seis millones de euros y de esta forma el Sevilla aligeró su plantel no solo de problemas, sino también de una de las fichas más altas del plantel. Poco después llegó la marcha de Sergio Sánchez al Málaga. Con su marcha el club nervionense encontraba acomodo para otro de los futbolistas cuyo comportamiento dentro del vestuario era algo comprometido.
El tercer nombre de la discordia, unido a la polémica en el Sevilla (descontrol de su peso, salidas nocturnas) es el de Romaric. El Sevilla ha logrado igualmente darle salida, porque Marcelino tenía claro que no quería en el plantel cualquier elemento discordante y que puediera 'contaminar' el buen ambiente. Con estas tres salidas, la dirección deportiva ha querido solucionar un problema deportivo, y de paso mejorar el ambiente y la relación interna del grupo.