Frederic Kanouté, delantero del Sevilla, es algo más que un jugador del fútbol. A lo largo de los últimos años ha quedado más que demostrado. El franco-malí se significa con causas solidarias e incluso tiene su propia oenegé y su propia fundación para ayudar a los niños de su país. Pero su figura también es válida en otros muchos aspectos. Por ejemplo, la intermediación del nervionense ha sido vital para una pretensión de la federación de fútbol de su país. La Femafoot (Federación de Fútbol de Malí) quería árbitros extranjeros para que dirigieran la final de la Copa del país, que se disputó el pasado 23 de julio y que enfrentó al Stade Malien y al Olympique de Bamako. Se dirigieron a Kanouté para que facilitara la petición a la Federación Española, que accedió, según ha confirmado la misma federación.
De hecho, la final, ganada por cierto por el Olympique de Bamako, fue arbitrada por Fernando Teixera Vitienes, que fue asistido por Victoriano Díaz Casado, Manuel Torres y José Antonio Vitienes.
Ahora la Federación de Malí quiere seguir manteniendo relación con la RFEF para contar con árbitros españoles y evitar algunos episodios algo desagradables con colegiados del país africano últimamente. Y todo, como no, gracias a Kanouté.
