El catalán ha aclarado la causas: "Quería estar al nivel de mis compañeros y era difícil. Lo pasé mal. La gente me decía que si me paraba o cansaba durante un partido, y es que, después de un año prácticamente sin hacer nada, hice una mini pretemporada tras obtener el alta y se notaba. No terminé la temporada como hubiera querido porque no tenía el nivel que me hubiera gustado. Pero sí con la cabeza fría de pensar que este año comienzo desde cero como el resto de mis compañeros".
En cualquier caso, agradeció que el Sevilla FC se volcase en su caso. "Un mes después de que me diesen el alta me pude ver en un partido oficial. No es fácil, y son cosas que valoramos. Yo sabía que todas las pruebas estaban hechas y que todo estaba bien, que no había peligro, pero dentro de uno siempre queda un poquito de miedo. El Sevilla FC ha trabajado muy bien en ese sentido, estuvo a mi lado incluso un psicólogo, pero esa lucha interna no ha sido fácil".