Gregorio Manzano realizaba su análisis del Athletic-Sevilla explicando que “nos habíamos hecho con el control del partido, estábamos creando ocasiones y llegó la jugada que cambió el partido. Una falta de Muniaín a Jesús Navas que no concede el árbitro, luego le toca el balón al propio árbitro, centran y Fazio se mete el gol en propia puerta. Es muy gráfico de lo que nos está ocurriendo este año. Y luego el penalti hace un marcador excesivo, sobre todo teniendo en cuenta dos o tres intervenciones de Iraizoz”.
E incidía en que “la cuestión hoy era acertar en un día en el que el Athletic buscaba su juego. Teníamos que neutralizar sus bazas y luego marcar. No tengo nada que reprochar al equipo en su actitud ni en su manera de trabajar y de llevar el partido. El resultado final no marca la línea bastante buena que trae el equipo”.