Mientras regresa la competición en la Europa League, el Sevilla tiene ahora dos semanas para centrarse exclusivamente en la Liga. El tiempo corre en contra de los intereses del equipo de Gregorio Manzano de cara a cumplir el objetivo, de ahí que cada jornada se antoja vital para mantener las opciones de Champions intactas en el tramo final de la temporada. Para ello resulta imprescindible solucionar ya la sangría defensiva que lleva padeciendo el Sevilla desde el mes de agosto. En concreto los 35 goles encajados en Liga tras 21 jornadas obligan a remontarse 43 años para econtrar unos registros goleadores aún peores.
Hablamos de la campaña 67/68 en la que el equipo dirigido primero por Antonio Barrios y luego por Juan Arza acumulaba 44 goles por esa fecha. Ni siquiera en temporadas de descenso la portería sevillista había sido perforada en tantas ocasiones. Sin lugar a dudas se trata de un dato que refleja a las claras la imperiosa necesidad de poner freno a esta sangría de inmediato.
