Por fin, una tarde plácida del Sevilla en Nervión (4-1)
| Sevilla FC | 4 | 1 | Levante UD |
El Sevilla ha logrado una cómoda victoria ante el Levante por 4-1 con un gran Luis Fabiano, que ha marcado tres goles. Manzano reservó a Kanouté y el equipo comienza su segunda vuelta con nuevos bríos y fortaleciendo su autoestima.
Ya había dado el Sevilla síntomas de mejoría desde el comienzo del año y con el comienzo de la segunda vuelta las ha rubricado. El conjunto de Manzano ha ganado con comodidad, por fin, un partido liguero en el Sánchez Pizjuán, ante el Levante, por 4-1. Lo ha hecho gracias al convencimiento en sus posibilidades, gracias a su mejoría en varias facetas y gracias a un gran Luis Fabiano, el de las mejores tardes. Con ello el conjunto nervionense retoma el vuelo en la Liga y coge confianza antes de la eliminatoria de Copa ante el Real Madrid. Además, fue redonda la tarde porque el técnico pudo incluso darle descanso a Kanouté y administrar fuerzas entre su plantilla. Una plácida, bonita y cómoda tarde para comenzar la segunda vuelta y para confirmar su mejoría.
El Sevilla saltó al campo, como dijo Manzano, a por el Levante. Lo hizo con más confianza en las botas de sus jugadores, es lo que tiene el pase a las semifinales de la Copa del Rey, y con paciencia. No anda todavía el conjunto de Manzano al máximo de sus posibilidades. Sigue teniendo más pérdidas de las debidas, imprecisiones y sobre todo sigue siendo previsible, pero ha mejorado en varias facetas en este 2011. Presiona más, aleja la defensa de Palop y provoca más situaciones de peligro cerca de las áreas. Cuando esto pasa, y con la calidad que tiene arriba, hay muchas posibilidades de que llegue el gol. Un buen ejemplo es el 1-0, espectacular, de Luis Fabiano. Cualquier balón que toque Navas es peligro, no digamos ya los que Luis Fabiano cace dentro del área. Pues bien, se dieron los dos condicionantes para que el brasileño marcara un tanto de bandera, con una remate de cabeza de manual y lejano. No había perdido la paciencia antes el Sevilla ante un flojo Levante, porque además vivía muy cómodamente en defensa (¡noticia!) y por supuesto no lo hizo con el resultado a favor. Entonces surgió una nueva fórmula goleadora del Sevilla que en los últimos partidos tiene el mismo protagonista. Romaric. Un nuevo saque de esquina, como ante el Villarreal, dio posibilidad a Escudé de encarrilar el partido. Luego fue Teixeira, quizás con remordimiento de una mano anterior, ya al filo del descanso, el que propició la sentencia, gracias a un 'penaltito' transformado por Luis Fabiano.
La segunda parte, con el 3-0 a favor, se presentaba como una magnífica oportunidad para los nervionenses para coger más confianza, contentar a los suyos y, en definitiva, darse el gustazo de golear. Pero pasó una pájara inicial motivada por la relajación que costó un gol, el de Xisco, pero que a la postre sirvió a los sevillistas para recordarles que no convenía dormirse para vivir la plácida tarde. Por eso tras unos minutos de nuevo volvió el equipo de Manzano a atizar a su rival, a invadir el campo contrario y a marcar. De nuevo Luis Fabiano fue el estilete, de nuevo en una gran acción individual que cerró un partido que sirvió para reservar fuerzas para la eliminatoria de Copa y para crecer justo antes de la gran cita. Este Sevilla comienza con mejor cara esta segunda vuelta y ofrece mejores sensaciones cuando la temporada empieza a ponerse seria.