De hecho, el traspaso de Adriano hizo que se paralizara la opción del italiano y que la inversión creciera, pero según anuncia el diario deportivo la decisión es volver a la antigua opción. El Nápoles, club al que pertenece Cigarini, pedirá unos 300.000 euros por la cesión e incluirá una opción de compra de unos 8 millones de euros, teniendo en cuenta que hace un año pagó 12 millones por el mediocentro italiano. El jugador está como loco por venir e incluso ha paralizado su más que posible fichaje por el Parma. De hecho, el Nápoles espera que el Sevilla cierre la operación la próxima semana. Está claro que muchos mirarán con lupa esta operación, ya que se esperaba que el Sevilla invirtiera de verdad en la posición que les lleva dando quebraderos de cabeza desde que se fueron Keita y Poulsen. Cigarini, un desconocido que el año pasado casi no jugó, debe coger el rol de hombre importante en el Sevilla. Si todo se cierra la próxima semana ya veremos cómo sale. Pero sin duda es una apuesta... una apuesta arriesgada.