Es obvio que el partido del miércoles hay que prepararlo a conciencia. El nivel del CSKA de Moscú no permite confianzas, el frío va a ser descomunal... y el terreno de juego no va a ayudar. El motivo no es la nieve o las intensas heladas que caen en el invierno ruso, sino la superficie del rectángulo de juego que alberga los partidos del 'equipo del ejército' y de la Selección de Rusia. El césped del Luzhniki es artifical, material al que no están acostumbrados a jugar los futbolistas del Sevilla. Por eso, Jiménez ha llevado a cabo la sesión de trabajo de esta mañana en uno de los campos artificiales de la ciudad deportiva. La última vez que el Sevilla jugó en esta superficie fue la temporada pasada en Austria, en la primera ronda de la entonces llamada Copa de la UEFA.