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Raúl Agné sacó su lado más severo en el entrenamiento de la mañana en la Ciudad Deportiva. El técnico aragonés quiere orden, intensidad y sacrificio en su equipo y para no ello no está dispuesto a que sus futbolistas levanten el pie ni en los entrenamientos. En mitad de un ejercicio táctico matinal, el entrenador, insatisfecho con las ganas que estaba observando en los suyos, decidió parar la sesión para recriminarles de forma alta y clara la falta de intensidad.
Posteriormente, tras recordarles lo importante que es la tensión en el trabajo, les hizo repetir de nuevo todo lo trabajado pero con una actitud diferente. En el entrenamiento se le vio conversando mucho con Adrián Colunga, un hombre determinante en su esquema.
