El Real Zaragoza se despide de su concentración más extraña en Boltaña

El Real Zaragoza ha abandonado de forma prematura la localidad altoaragonesa de Boltaña. El conjunto blanquillo, que tenía pensado permanecer hasta final de semana, ha vivido la concentración más extraña de los últimos tiempos.

Primero fue el intenso calor el que marcó la llegada del cuadro zaragozano. Tras una primera sesión en la mañana del sábado, desde el cuerpo técnico se decidió parar, suspendiendo el trabajo en la tarde de ese mismo día y a lo largo del domingo, donde se planeó una salida en bicicleta.

Nadie podía pensar entonces en lo que sucedería en la misma tarde del sábado. Una indisposición del técnico, Juan Carlos Carcedo, provocaba su marcha de vuelta a Zaragoza, donde tuvo que ser ingresado en el Clínico a causa de una dolencia cardíaca de la que todavía se recupera.

Así se producía una vuelta de tuerca más, pues al regreso al trabajo, en la mañana del lunes, el encargado de tomar las riendas del equipo era Sebastián Corona, segundo de Carcedo. Ante la recomendación de los médicos de mantenerse cerca de Zaragoza, el club decidió que la mejor manera de continuar trabajando con el entrenador cerca del equipo era regresar.

Se cierra de esta manera la concentración en Boltaña, enrarecida por todo lo sucedido durante estos días y tras apenas cuatro sesiones de entrenamiento. Queda una afición que ha podido disfrutar menos de lo deseado de la cercanía con sus futbolistas, y un amistoso, ante el Deportivo Aragón, que se vivirá de regreso a la Ciudad Deportiva.