Problemas en la medular

Se le acumulan los problemas al Real Zaragoza. Tras desperdiciar una nueva oportunidad de ganar a un rival directo como el Alcorcón, ahora ve como un futbolista vital como Francho Serrano es baja por covid para el próximo encuentro en el Carlos Tartiere. Actualmente, había dos bajas en la enfermería, la de Javi Ros, y recientemente la de Sanabria. Si sumamos la baja de Francho, ya son tres futbolistas del centro del campo con los que JIM no puede contar, por lo que debe dar con un sustituto.

Juan Ignacio Martínez, desde su llegada, había conseguido dar con la tecla y crear un esquema táctico que funcionaba a la perfección. Pero el pasado lunes, el Alcorcón de Anquela planteó un sistema que anuló el 4-5-1 de JIM, y que sacó a relucir muchas carencias en el juego zaragocista.

El técnico alicantino apostó por dar entrada a Zapater y Adrián para contrarrestar el juego de los madrileños, pero es evidente que no funcionó. Ahora la baja de Francho, uno de los futbolistas diferenciales en la medular zaragocista, supone encontrarle un sustituto natural, que no existe actualmente en la plantilla. Por lo que, la solución más lógica parece ser introducir a Bermejo como volante, y meter a un jugador en banda derecha como extremo ya sea: Zanimacchia, Larra o incluso Tejero.

Las otras alternativas, sin alterar el actual esquema táctico, son dar entrada a Zapater o a Adrián, pero ambos están lejos de desempeñar la función de Francho, ya que no tienen tanto recorrido como el joven canterano. Otras opciones más rocambolescas sería la de jugar con un 4-4-2, donde James y Eguaras formarían el doble pivote, las bandas serían para Bermejo y Narváez, y arriba Adrián haría de falso nueve junto a Álex Alegría.

De las derrotas se aprende

El Real Zaragoza de JIM, hasta la fecha, ha sumado 14 puntos de 30 y sólo ha caído derrotado en dos ocasiones. Por lo que estaba claro, que un mal partido como el del Alcorcón podría llegar. De las derrotas se aprende, y este partido debe servir al cuadro zaragocista como toque de atención para que no existan relajaciones de aquí a final de temporada. Una victoria en el Carlos Tartiere supondría otro buen chute moral para el equipo y acabaría con las dudas mostradas el pasado lunes.