Jannick Buyla, una alternativa para el rombo

El Real Zaragoza de Iván Martínez sigue trabajando a destajo para preparar el encuentro del próximo domingo ante la SD Ponferradina en El Toralín. El pasado viernes ante el Oviedo, el técnico zaragocista introdujo un cambio significativo en el esquema de juego, pasando del 4-4-2 tradicional de Rubén Baraja al 4-4-2 con rombo. En esta formación, los interiores adquieren un rol muy importante debido a la exigencia en el despliegue físico, y ya se pudo comprobar que ni Javi Ros o Alberto Zapater se desenvolvieron bien en este rol. Francho y James, que salieron en la segunda mitad, le dieron más sentido al juego y pueden volver al once. Además de ellos dos, existe otro posible candidato a ocupar esa posición: Jannick Buyla.

El joven centrocampista se perdió la pasada jornada ante el Oviedo (1-2), así como la jornada anterior ante el Tenerife (1-0). Todo ello se debió a que, horas antes de viajar a Tenerife, se detectó un positivo por Covid-19 en su ámbito de convivencia familiar. Jannick se sometió a pruebas PCR y al test de antígenos, y a pesar de dar negativo, por precaución el club creyó conveniente que no se desplazará con la expedición zaragocista hasta la isla tinerfeña.

El pasado sábado, tras haber cumplido con el protocolo sanitario, ya puedo participar con normalidad en la sesión matinal del equipo zaragocista en La Romareda. Ahora el guineano emerge como un posible candidato al once, ya que la posición de interior y el rombo se ajusta mucho más a su estilo de juego. Su despliegue físico y su rol de 'box to box' son dos virtudes que se adaptan muy bien a esa posición, por lo que su entrada en el once es una de las opciones que baraja el técnico aragonés Iván Martínez.