El exzaragocista Bono, héroe sevillista en la Europa League

Con el Real Zaragoza a las puertas de disputar una vez más la promoción por el ascenso, vuelven a la memoria los últimos precedentes. Se recuerda la eliminación frente al Numancia pero, sobre todo, el partido en Las Palmas que dejó a los aragoneses a siete minutos de la gloria. Y de aquel encuentro se recuerdan especialmente las lágrimas del portero, Bono.

Mucho ha cambiado la vida de aquel joven arquero que llegó al Real Zaragoza en busca de minutos procedente, mediante cesión del Atlético de Madrid. Tras dos temporadas irregulares en La Romareda, el marroquí ha conseguido hacerse un hueco en la máxima categoría, con el Girona primero y ahora, nada menos, que en la portería del Sevilla.

Precisamente se ha convertido en héroe del equipo hispalense. Pese a no haber contado con demasiados minutos, dedicado casi en exclusiva a la competición europea, Bono ha escrito su nombre en la historia del Sevilla. Será recordado como uno de los hombres importantes del equipo sevillista en los cuartos de final de la Europa League, frente al Wolverhampton, tras detenerle un penalti en los primeros minutos a Raúl Jiménez.

Una parada de mérito extraordinario, no sólo por el escenario, en cuartos de final de una competición europea, sino porque el delantero mexicano es un consumado especialista, que erró un penalti por primera vez en su carrera como jugador de club, después de anotar 21 de forma consecutiva.