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Matuzalem confiesa que sufrió una curiosa adicción

Matuzalem en el Real Zaragoza (Foto: EFE).
Daniel Marzo

Francelino Matuzalem sigue siendo todavía el fichaje más caro de la historia del Real Zaragoza. Un futbolista que, pese a que su rendimiento en el equipo aragonés no estuvo a la altura de lo esperado tras sufrir una grave lesión, el precio de su adquisición sigue formando parte de la cuantiosa deuda generada por los anteriores gestores del club aragonés.

Una incorporación mediática en su día y no exenta de polémica, pues el brasileño se acogió al artículo 17 del estatuto del jugador, por el cual, los futbolistas de entre 25 y 28 con más de tres años en su club, pueden romper su contrato de forma unilateral. Una opción que provocó el Shakhtar Donetsk denunciara a los aragoneses, acabando en una condena por la que debían pagar 12 millones de euros.

Aquello fue apenas un capítulo más en la errática carrera deportiva de un Matuzalem que se confiesa ahora en una entrevista. Entre otras cosas, el centrocampista reconoce que el fútbol le salvó la vida, “No lo negaré, si no hubiera sido captado en Vitoria Bahía cuando era niño, habría terminado en el mismo lugar que muchos de mis amigos de la infancia: en la cárcel o en el cementerio. En nuestro barrio pobre, las drogas y el crimen eran comunes”.

Matuzalem, adicto a la mozzarella

Y entre sus declaraciones más relevantes, Matuzalem explica que a su llegada al fútbol italiano, concretamente al Nápoles, sufrió una curiosa adicción, “¡queso mozzarella! Dios mío... no podía dejar de comerlo. Tuve sobrepeso y (el entrenador Emiliano) Mondonico comenzó a dejarme en el banquillo por eso. No lo culpo, era vergonzoso”.

Pese a todo, Matuzalem consiguió forjarse una carrera en el fútbol italiano hasta llegar al Shakthar, donde mostró su mejor nivel, después de Zaragoza se marchó al Lazio, de donde cuenta que “Mi tiempo en Lazio podría haber durado más si hubiera sido más riguroso en mi entrenamiento”. Tras su paso por el conjunto romano, aún vistió las camisetas de Bologna, Hellas Verona y Miami antes de colgar las botas en el Monterosi de la Cuarta división italiana.

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