Un mes sin fútbol con el recuerdo de Málaga en la memoria

El fútbol, durante la crisis del coronavirus, ha quedado relagado al ostracismo. En el recuerdo de la afición blanquilla aún está lo que sucedió en le último encuentro que disputó el Real Zaragoza esta temporada. Fue en Málaga y terminó con triunfo zaragocista. Un golpe sobre la mesa de un equipo que marcha por el camino idóneo para el ascenso, antes de que se desatara la pesadilla que estamos viviendo en la actualidad.

Han pasado cuatro semanas sin jugar. Cuatro semanas sin fútbol, sin goles, sin esos nervios y sin poder ir al lugar de culto del zaragocismo, La Romareda. La afición mantiene viva esa ilusión que había desatado el equipo esta temporada y cuyo último capítulo se fraguó en La Rosaleda, en tierras andaluzas ante el Málaga.

Pese a que el conjunto malaguista no atraviesa su mejor año, se trata siempre de una salida compleja. Y así fue. El encuentro fue igualado pero terminó en triunfo gracias al tanto de Luis Suárez. En el minuto 86, el colombiano enganchó un golpeo dentro del área que terminó en el fondo de las mallas, provocando el estallido de alegría.

La victoria dejó al Zaragoza, antes de la suspensión liguera, en el segundo lugar de LaLiga SmartBank, con el Cádiz a tiro de piedra y con cinco puntos de distancia sobre el tercer clasificado. Un pequeño colchón que tratará de mantener cuando el fútbol vuelva a la normalidad.