Gabriel Etinof vuelve a sonreír sobre el césped

La temporada del Real Zaragoza ha estado llena de contratiempos desde el pasado mes de junio. El primero de todos ellos llegó con el fichaje frustrado de Gabriel Etinof. El extremo francés, anunciado en su día por Lalo Arantegui, no pudo vestir la elástica blanquilla al no superar los exámenes médicos que se le practicaron a su llegada a la capital del Ebro.

Era el inicio de los numerosos problemas que a lo largo de los meses ha ido arrastrando el club aragonés. Para el futbolista fue también un duro contratiempo, obligado a operarse de su dolencia cardíaca, lo que le ha mantenido hasta ahora apartado de la práctica del fútbol, a la que volvió el pasado fin de semana en las filas del SO Cholet de la tercera categoría francesa.

Hace apenas una semana que firmaba con el equipo francés, que se sitúa en mitad de la clasificación, en cuya presentación tuvo una mención para su paso frustrado por el Real Zaragoza, “el club me quería desde el año pasado. Tuvimos contactos con el presidente Benjamin Érisoglu pero tuve una oferta imposible de rechazar del Zaragoza. El presidente entendió mi decisión. Desafortunadamente, no todo salió según lo planeado allí". A lo que añadía que “todavía no estoy al 100% pero me siento bien. Necesito recuperar el ritmo. Ha pasado un mes desde que corro bien y estoy progresando”.

Después de una temporada brillante en el Stade Lavallois y los hechos acontecidos en Zaragoza, Etinof volvía a vestirse de corto para debutar en los instantes finales del encuentro que el Cholet le ganó al Toulon por 2-0. Apenas unos minutos, saltando al césped del Omnisports Jean-Bouin en el minuto 89 en sustitución de su compañero Baouia, que significan algo más para el francés, que ha encontrado una nueva oportunidad en el fútbol y en la vida para volver a brillar.