La Romareda, un fortín que se desmorona

El Albacete fue el último en asaltar el estadio municipal de La Romareda. Lo hicieron los manchegos en los instantes finales y quizá sin merecimiento, pero la realidad del resultado es la que manda. Una temporada más, el Real Zaragoza está mostrando sus debilidades en el coliseo zaragozano, un defecto que le aleja del objetivo del ascenso.

Y eso que el inicio hacía esperar que esta podía ser una temporada diferentes. Los aragoneses comenzaron el curso con tres victorias como locales, añadiendo al triunfo, además, la capacidad para frenar el potencial ofensivo de sus rivales. Algo que se produjo también en el primer tropiezo, el empate sin goles frente al CD Lugo.

Desde entonces las porterías de La Romareda se han abierto de par en par en una media insostenible de goles encajados. Dos hizo el Málaga para arañar un empate; otros tantos el Cádiz para llevarse la victoria; los mismos el Mirandés que volvió a casa con los tres puntos y uno, el último, el del Albacete. Tan sólo una excepción, la del encuentro frente a la UD Las Palmas, en el que el Real Zaragoza volvió a mostrar las virtudes de antaño para doblegar a los canarios por 3-0.

Un pobre balance en cualquier caso para el conjunto blanquillo, que desde que viera frenada su racha inicial de victorias, apenas ha sido capaz de arañar 5 de los 18 puntos que se han puesto en juego en el municipal. Una cosecha que deberá mejorar en el futuro inmediato el Real Zaragoza si desea continuar en la parte alta de la tabla y con la mirada puesta en la lucha por el ascenso en LaLiga SmartBank.