Una oportunidad para Jesús Álvarez

El Real Zaragoza ha comenzado, por fin, la operación salida. Álex Muñoz ha sido el primero en salir del club aragonés, uno de los tres jugadores que Lalo Arantegui puso públicamente en la lista de jugadores transferibles junto a Pombo y Verdasca. Un contratiempo, eso sí, para Víctor Fernández al que le faltan centrales para completar los encuentros de pretemporada, sin duda, una enorme oportunidad para el canterano Jesús Álvarez.

En estos momentos el centro de la defensa es el principal quebradero de cabeza para el técnico aragonés. Ya sin Muñoz, queda otro jugador transferible, Verdasca. Además, Grippo se mantiene al margen en los partidos por precaución, tras la grave lesión de rodilla que sufrió la pasada campaña. Parecida a la de Clemente, que se ha visto obligado a parar por la inflamación de la articulación. Tampoco está Guitián, que sigue trabajando al margen tras la apendicitis que sufrió en vacaciones. Y al menos, queda Pichu Atienza, el otro central sano de la primera plantilla.

Con este panorama, Víctor Fernández no dudó en echar mano, una vez más, de un jugador del filial. Precisamente para enfrentarse al Deportivo Aragón, el primer equipo formó en el inicio con la pareja de centrales formada por Verdasca y Jesús Álvarez. Un defensa que destaca por su velocidad y el buen trato al balón, y al que quizá le falte algo de envergadura para acabar de convencer al entrenador.

Sin embargo, la situación no es nueva para Álvarez. Jugador de jerarquía, capitán del filial, que ya viajó a Tenerife en la última jornada de la pasada campaña, aunque no llegó a debutar. Cuenta ahora con una nueva oportunidad, la que le dan las bajas y que bien podría servirle para acabar de convencer a Víctor Fernández, en un camino que han seguido otros jugadores durante las últimas temporadas.