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El Real Zaragoza, cuna de delanteros de Primera

Borja Iglesias, inconsolable tras la derrota ante el CD Numancia (Foto: Daniel Marzo).
Enrique Serrano

Borja Bastón, Willian José, Ángel Rodríguez, Borja Iglesias... son algunos de los delanteros que ahora triunfan en Primera División, y que en otro tiempo vistieron la elástica blanquilla en el infierno de la Segunda. 22, 10, 21 y 22 goles son los que anotaron respectivamente cada uno de ellos con el Real Zaragoza.

Lo que está claro es que esta temporada ha faltado uno delantero como los mencionados. Un delantero referencia que sea el faro del equipo. El cuadro aragonés afronta su séptimo año en Segunda División y necesita consolidar una plantilla de garantías.

Pero el problema es que la situación financiera del Real Zaragoza es la que es, y traer jugadores de este perfil es algo complicado para el conjunto blanquillo. Por eso, Víctor es realista y confía en traer al menos dos o tres delanteros que se complementen y que puedan sumar una buena cifra de goles.

Borja Bastón (con opciones de volver), Willian José y Ángel Rodriguez llegaron con el cartel de "estrellas" y con amplia experiencia. Sin embargo, Borja Iglesias fue toda una apuesta, casi segura porque metió 34 goles en Segunda B, pero antes de su llegada había dudas sobre su futuro rendimiento. Al final, acabó por olvidar a sus antecesores y se convirtió en el delantero top que buscaba el equipo.

Todos ellos, excepto Ángel, vivieron las dos mejores temporadas del Zaragoza en la categoría de plata. Ellos estuvieron cerca de conseguir el ansiado ascenso. Borja Bastón y Willian José vivieron la amarga derrota en Las Palmas. Borja Iglesias, con lágrimas en los ojos, se despidió del conjunto del león en aquel fatídico partido de vuelta contra el Numancia, la temporada pasada. No lo consiguieron, pero sus goles ayudaron a soñar a toda la afición con el regreso a la élite.

Ahora, Víctor Fernández es el faro del zaragocismo que ha devuelto la ilusión y confianza pérdida tras el fracaso de esta temporada. Los zaragocistas confían en él, y a falta de jugadores de renombre, Víctor es la llama que mantiene viva la esperanza de que el ascenso, cada vez está más cerca.

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