¿Qué supone este movimiento de Alierta?

La toma de poder de César Alierta en el Real Zaragoza supone algunos cambios que serán significativos a la hora de tomar decisiones importantes en la entidad y  en cuanto a los rostros de personas importantes en el día a día del club. Lo más destacado es que realmente habrá una persona con capacidad de dirigir la nave zaragocista sin rendir cuentas a ningún otro consejero.

Choca que Alierta entre con un 49% en lugar de con un 51%, pero lo cierto es que no le ha hecho falta llegar a esa mayoría para hacerse con el gobierno del club. Se trata de una cuestión de matices por los que no será el mayoritario para unas cuestiones y, sin embargo, si que mandará en la entidad.

A nivel de límite salarial, de presupuesto para fichajes y de deuda, este movimiento accionarial no va a resultar muy significativo, al menos en un corto plazo. El Zaragoza se moverá en la misma horquilla económica para conformar su plantilla, que se sitúa en unos 6 millones de euros y habrá que seguir haciendo frente a los más de 80 millones de deuda.

Eso sí, Alierta queda capacitado para aceptar inyecciones económicas del exterior como las que han ido llegando durante el presente año y que han sido rechazadas por algunos accionistas por miedo a perder la gestión. El propio Alierta ha traído algunas propuestas que han sido tumbadas por otros miembros del Consejo.

En principio, la estructura actual del club se mantiene con Luis Carlos Cuartero como director general, Lalo Arantegui como director deportivo y Mariano Aured como responsable financiero. Sin embargo, el hombre fuerte de Alierta, Luis Blasco, estará muy pendiente del día a día del club. El sobrino del máximo accionista, Fernando Sainz de Varanda, también toma más galones y vigilará de cerca estas tres áreas capitales de la entidad.