Puro trámite en el Heliodoro
El Real Zaragoza se despide de una temporada aciaga con un duelo en Tenerife en el que no hay nada en juego. Con todo decidido para los dos rivales en liza y sin poder perjudicar a nadie, el duelo será más bien un ensayo de pretemporada que una despedida normal. Lo único que hay en juego es la compensación económica por clasificación, que asciende a 200.000 euros, una cantidad importante en el caso del equipo aragonés.
La convocatoria ya fue una declaración de intenciones con la presencia de dos futbolistas del equipo filial, Jesús Álvarez y Albert Torra, dejando en casa a todos los futbolistas que han acabado tocados (Guitián, James, Álex Muñoz...) y los que ya tienen destino como es el caso de Diego Aguirre que se marcha al Apolón chipriota. Por su parte, el máximo goleador, Álvaro Vázquez, vio la quinta cartulina amarilla ante el Numancia y adelantó sus vacaciones.
Víctor ya dijo que iba a probar cosas nuevas de cara al próximo curso y no es de extrañar que se vean cambios en el once y que haya hasta nuevos dibujos y cambios de posición en lo que se viene viendo habitualmente.
Por su parte, el Tenerife, con la salvación conseguida esta semana, este encuentro de trámite servirá de despedida de buena parte de la plantilla y del entrenador, Luis César Sampedro, quien llegó a la isla para dirigir solamente cuatro partidos y previsiblemente no seguirá en el banquillo. El técnico ha adelantado que habrá numerosos cambios en la alineación blanquiazul, y ha convocado al canterano Javi Alonso.
Sampedro ha relatado que uno de los alicientes del partido será la posibilidad de ver con el primer equipo a algunos jugadores del filial, que ya quedó eliminado de la fase de ascenso a Segunda división B.
El partido estará marcado, además, por las protestas que han convocado varios colectivos de aficionados contra la gestión del presidente, Miguel Concepción, y su equipo directivo.