Álvaro Vázquez, una etapa para el olvido
Víctor Fernández ha anunciado esta mañana la última lista de convocados de esta temporada. En ella no está Álvaro Vázquez. El "9" no viajará a Tenerife, por lo que no volverá a vestirse la elástica del Real Zaragoza. Así pues, frente al Numancia fue su último partido como zaragocista.
Álvaro deja la capital aragonesa con un registro algo pobre: 10 goles en 32 partidos. Lo que le deja un mal puesto en la tabla histórica de goleadores del Real Zaragoza. Álvaro es el 10º peor máximo goleador en una temporada del Real Zaragoza en sus 84 años de historia.
Demasiado para lo que fue
La temporada comenzó con unas expectativas muy por encima de la realidad. Álvaro llegaba para suplir la falta de un Borja Iglesias que había hecho mella en los corazones de todos los zaragocistas. Una tarea complicada, ya que todo lo que hiciera se le iba a comparar con lo hecho por el "panda" un año atrás.
Álvaro no comenzó mal del todo. Tres goles en los seis primeros partidos de liga. A partir de ahí, las lesiones empezaron a estropearle el curso. Comenzó a perderse encuentros y tras las recuperaciones, sus puesta a punto no terminaba de concretarse.
Sin embargo, ya en junio, con una jornada por disputarse aún pero en la que Vázquez no participará, el delantero es el máximo goleador del equipo. Un total de 10 goles le dejan el primero en el ranking de máximos anotadores de la plantilla.
La relación con la afición
A mediados de campaña, ya muchos aficionados empezaron a cuestionar si de verdad Álvaro tenía las cualidades como para liderar al Real Zaragoza. Desde ese momento, la relación entre la grada y el delantero empezó a enfriarse. Algo que se vio reflejado cuando el catalán marcó en La Romareda e inmediatamente se puso los dedos en los oídos. Algo que no gustó en la parroquia blanquilla.
En los últimos partidos en casa, Álvaro y la grada tuvieron más de un rifirrafe. De hecho, frente al Numancia, un sector de la grada empezó a dedicarle cánticos con tono irónico, lo que provocó que el jugador se volviera hacia ellos y también les dirigiera alguna que otra mirada y gesto, como ya se había visto en partidos atrás.