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Trujillo y un cortocircuito en el descanso obligan a seguir con la calculadora

Cristian bloca un balón ante N'Diaye.
Chesus Santamaría

Derrota zaragocista en La Rosaleda tras una segunda parte muy floja y que vino condicionada por un error de bulto al filo del descanso de Trujillo Suárez tras no señalar un penalti que hubiese supuesto el 0-2. El equipo sigue sin sellar la permanencia matemática.

Víctor planteó el partido temiendo el potencial que presenta el rival por ambas bandas metalizando a sus centrocampistas de ayudar en esas zonas. Pero el primer aviso llegó por uno de los flancos, el izquierdo, con una buena acción de Renato que no pudo rematar Leschuck.

El Zaragoza, más que nunca, salió a hacer fútbol control. La premisa era tener mucho tiempo la pelota y a partir de ahí presionar en zonas peligrosas. En una de esas, Papu, de nuevo titular tras su larga lesión, robó un balón y habilitó a Pep Biel dentro del área. El paso de baile del mallorquín en una baldosa, ante Cifuentes, acabó en el 0-1. Sutilidad en la pierna derecha (la mala) para hacer el 0-1.

El Málaga no acababa de encontrarse cómodo y fallaba en aspectos de precisión en la elaboración de su juego ofensivo. Todo lo contrario que el Zaragoza que seguía con su plan inicial manejando completamente el ritmo del encuentro. Aún con todo, la calidad de los jugadores locales podía servir para hacer peligro. Ontiveros se sacó un zapatazo desde la frontal que obligó a lucirse a Cristian.

Las ocasiones no se sucedían con frecuencia en ninguna de las dos áreas. Pep Biel probó otro disparo lejano buscando la escuadra y, por parte malaguista, un cabezazo de Leschuck que no encontró su objetivo. La primera parte acabó con un claro penalti sobre Igbekeme que Trujillo Suárez no quiso señalar. La acción fue de libro. Increíble.

El Zaragoza salió de forma muy distinta al segundo acto. Parecía que se había desconectado de la competición, perdió el control del partido y eso era sinónimo de sufrimiento. El colegiado tinerfeño -resulta curioso que la Federación ponga un árbitro de allí con el equipo de su ciudad implicado en la permanencia- concedió erróneamente un saque de banda al Málaga y la jugada acabó en el 1-1, obra de Renato. Delmás no tapó el centro y el rechace de Guitián le cayó a placer al malaguista.

Sin tiempo para asimilarlo, y con el cambio de piezas de Pombo por Papu, llegó el 2-1. Leschuck remató a bocajarro otro servicio desde la izquierda. El partido se inclinaba en 5 minutos horrorosos de los de Víctor.

La ambición local podía con el conformismo visitante. Sánchez del Amo leyó la cartilla en el descanso y su equipo parecía mutado con respecto a la primera parte. Cristian tuvo que volver a actuar con acierto a sendos disparos de Ontiveros y Leschuck en pleno ciclón futbolístico del equipo malagueño.

Pombo asomó la cabeza para dar fe de que su equipo estaba vivo y probó a Munir con un derechazo desde la frontal. Víctor metió más madera y puso a Gual por Igbekeme. Pero el Málaga certificó su triunfo con un gol de Adrián González en medio de todo el desconcierto blanquillo. Así acabó un partido marcado por el error de Trujillo y la mala salida visitante tras el descanso.

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  1. Ramón

    El error de Trujillo no, los errores y los regalos DE GUITIAN