Víctor Fernández ante su último sustituto, Víctor

El Real Zaragoza llegará a Málaga con la salvación bien encaminada y la posibilidad de certificarla de forma matemática sumando un punto en el estadio de La Rosaleda. Un objetivo en el que ha tenido mucho que ver la llegada de Víctor Fernández al banquillo de La Romareda, logrando revivir a un equipo perdido y sin rumbo.

Un técnico, el aragonés, que cuenta a sus espaldas con una dilatada carrera en los banquillos. Nadie olvida su primer paso por el Real Zaragoza, a mediados de los años 90, que se solventó con la consecución de la Copa del Rey de 1994 y la Recopa de 1995. Después, un breve paso por Tenerife para convertirse en mito también en el Celta de Vigo. Tras pasar por el Betis y conseguir la Intercontinental con el Oporto, nueva vuelta a Zaragoza, en esta ocasión con peores resultados.

Sus dos últimas experiencias en los banquillos antes de volver a la capital del Ebro fueron con el Betis, con el que pisó la Segunda por primera vez quedándose a las puertas del ascenso y la última, con el Deportivo de La Coruña. Al equipo gallego lo dirigió durante 30 jornadas en la máxima categoría, pero la amenaza de descenso le costó el puesto.

Quiera la casualidad que su sustituto en aquella ocasión fue un exjugador deportivista como Víctor Sánchez del Amo. El madrileño logró la salvación y dirigió al equipo la siguiente campaña. Será esta la primera ocasión en que los dos Víctor se vean las caras, uno en el Real Zaragoza y el otro en el Málaga, con aspiraciones opuestas. Curiosamente, fue también Víctor sustituto de otro exzaragocista en el Betis, entonces Gustavo Poyet.

Ahora, buscarán ambos demostrar su valía imponiendo sus respectivos planteamientos, para acercar a sus respectivos equipos, de forma casi definitiva al objetivo definido a su llegada.