El Molinón, campo propicio en el siglo XXI
Real Zaragoza y Sporting de Gijón son dos equipos clásicos del fútbol español. Juntos y por separado han escrito distintas páginas de la historia del balompié nacional. Decenas de enfrentamientos tanto en tierras asturianas como a orillas del Ebro, cuyo historial se ampliará con un nuevo capítulo el próximo sábado en el estadio de El Molinón.
Sin ser un campo especialmente propicio para los intereses del conjunto blanquillo, durante las últimas fechas, la visita a Gijón ha suavizado su significado, firmando buenas actuaciones en las temporadas precedentes, que permiten a los aragoneses pensar en volver a casa con un buen resultado. Como muestra, el último precedente, una victoria por la mínima en una situación delicada, en un partido que sirvió, además, para el estreno goleador de Julián Delmás con el primer equipo.
Desde la entrada del siglo XXI El Molinón es un campo con buenos recuerdos para el Real Zaragoza. La primera visita se produjo en la campaña 2002/03, también en Segunda división y con empate a un gol, con dos goleadores asturianos, Villa y Juanele. Hubo que esperar hasta la 2009/10 para volver a visitar al Sporting, aunque el resultado fue el mismo, 1-1. Una temporada más tarde, nuevamente empate, aunque en aquella ocasión, sin goles. Por última vez en la máxima categoría, en la temporada 2011/12, en aquella ocasión con victoria blanquilla, 1-2, gracias a los goles de Postiga y de Lafita en los instantes finales.
De vuelta a LaLiga 1|2|3, en el último paso de ambos por la categoría de plata, se han visto la cara otras tres veces. En la campaña 2013/14, nueva victoria visitante, 2-3, gracias a los goles de Roger, Montañés y Cidoncha, también en los últimos instantes. En la 2014/15, la única victoria local, 3-1. Por último, la campaña pasada, con el gol de Delmás a la salida de un córner para firmar la victoria del Real Zaragoza.
Precedentes positivos para el equipo aragonés, que tratará ahora de volver de Gijón nuevamente con puntos en la maleta para comenzar el año con la esperanza de retomar el pulso a la competición con aire renovado.