El Real Zaragoza contra el 'efecto Enrique Martín'

El Albacete parecía un equipo desahuciado el pasado mes de septiembre, por entonces, cuando cayó por un contundente 5-1 en el estadio de Los Pajaritos, el equipo manchego tocaba fondo obligando a sus dirigentes a tomar una medida drástica, la destitución del entrenador que había logrado el ascenso para apostar por un clásico de la categoría: Enrique Martín Monreal.

El técnico navarro, que hace apenas dos temporadas logró un inesperado ascenso con Osasuna, se ponía a los mandos del Albacete, un recién ascendido a Segunda cuyo único objetivo podía ser el de lograr la salvación de la forma más holgada posible. Dicho y hecho, la llegada de Martín Monreal al Carlos Belmonte supuso un giro copernicano a la trayectoria del equipo manchego.
El objetivo del nuevo entrenador parecía claro, frenar la la sangría defensiva que había llevado al equipo a esa situación. La solución, optar por una defensa de cinco y empezar a crecer desde atrás. En su debut tomó oxígeno el Albacete, con una victoria por 2-1 frente a un rival directo como el Lorca, y un partido después llegaría la primera derrota, frente a Osasuna, en un encuentro cargado de emotividad para el entrenador. Sería ese el punto de inflexión para el Albacete, que comenzó una racha de siete encuentros consecutivos sin conocer la derrota, con cinco empates y dos victorias, dejando la portería a cero en tres ocasiones. La segunda derrota, frente al Cádiz, no ha rebajado las expectativas de un equipo que llega a la cita frente al Real Zaragoza tras ganar a otro histórico del fútbol nacional como el Valladolid, por 2-1.
Ese será el equipo que se encuentre el conjunto blanquillo el próximo sábado en el Carlos Belmonte. Lejos del desánimo, este Albacete ha tomado aire convertido en un rival peligroso, tanto como para situarse a tan sólo un punto de los aragoneses. Un duelo directo para un Real Zaragoza que tratará de evitar que se le atraganten las dos últimas citas de este maldito 2017.