Un bajón conocido
El Real Zaragoza vive un momento complicado después de la derrota frente a la SD Huesca. El conjunto de Natxo González acumula cuatro jornadas consecutivas sin conocer la victoria y las sensaciones, que en el comienzo sirvieron para compensar la escasez de resultados, ya no son una excusa en vista de la actuación en El Alcoraz.
Parece pues inevitable acudir al espejo que supone el Reus de la pasada temporada para tratar de encontrar explicaciones a la situación que vive en la actualidad el Real Zaragoza. El equipo catalán dirigido por Natxo González fue la razón por la que el entrenador acabó recalando en la capital del Ebro pese a los matices que se puedan realizar, que van desde la cohesión de aquel grupo que vivía su tercera temporada consecutiva con el mismo técnico en el banquillo o la mayor calidad que se le debe presuponer al grupo que ahora lidera en el conjunto blanquillo.
En cualquier caso, en busca de un patrón común a ambos equipos, hay que destacar una situación: un notable descenso del rendimiento en fechas similares. El descenso en el rendimiento del Real Zaragoza comenzó mediado el mes de octubre, tras el empate ante Osasuna y se ha agudizado en el inicio de noviembre con la derrota ante la SD Huesca. En el caso del Reus de la pasada campaña, precisamente el Huesca fue verdugo de los de Natxo González en el último encuentro de octubre, iniciando de esta manera la peor racha del equipo catalán en toda la campaña, en la que enlazó tres derrotas de forma consecutiva. De hecho, seis de las trece derrotas que sufrió el equipo en la temporada 2016/17 se acumularon entre el final de octubre y el inicio de enero. Entonces, el Reus sumó apenas siete puntos en nueve encuentros.
Es pues una situación conocida para el técnico vas de la última temporada, pero que deberá rectificar con la mayor premura posible para evitar descolgarse de forma definitiva de la lucha por alcanzar los puestos de privilegio a final de temporada.