Verdasca, un ejemplo a seguir

El Real Zaragoza puede presumir esta temporada de jugadores. Unos más jóvenes, otros con experiencia, pero todos ellos han sido, son y serán importantes. No obstante, la confianza de Natxo González hay que ganársela para jugar, y de eso Verdasca sabe un rato. El portugués no cayó de pie en la capital aragonesa y se generaron ciertas dudas en torno a él, las cuales se ha encargado de disipar a través de buen juego y estadísticas.

Puede gustar más o menos futbolísticamente, puede transmitir más o menos confianza, pero solo se saca algo en claro: Diogo Verdasca ha elevado su nivel. Lo del central, a diferencia de otros, no fue llegar y besar el santo. Diogo aterrizó con la vitola de jugador de presente y futuro, algo que le costó demostrar. Surgieron grandes expectativas por su capitanía en el Porto B o su presencia en la selección portuguesa sub-21. Tal vez por ello defraudó a alguno que otro al principio. Sin embargo, a base de actitud, aptitud y por qué no decirlo, calidad, el futbolista ya convence a casi todos.
Verdasca comenzó la Liga de suplente. Él y Jesús Valentín se disputaban una posición para acompañar a Grippo en el eje de la zaga. De hecho, el canario comenzó siendo titular en los dos primeros partidos. Como ninguno de ellos convencía, se ejecutó la operación de Mikel González. Con el vasco de camino, Verdasca se estrenó como titular en Córdoba, donde el Zaragoza logró la primera victoria.  Desde ese momento, el joven defensor ha sido indiscutible en competición liguera para Natxo.
Si alguien puede desbancarle de la titularidad, es Simone Grippo. El suizo cayó lesionado, hecho que dio rienda suelta a la pareja Mikel González-Verdasca, que ya se antoja casi infranqueable para los otros tres centrales en nómina. El portugués gusta cada día más a La Romareda. No solo es protagonista en su equipo, donde en la última jornada frente a Osasuna logró un 95% de precisión en el pase y despejó los 8 balones aéreos que pasaron por su cabeza. Verdasca también es importante para La Liga, que le concedió durante dos partidos consecutivos un puesto en el once ideal de Segunda.
Verdasca está cerca de cumplir 21 años. Es un diamante en bruto, que hace coincidir a Natxo González y Lalo Arantegui en sus expectativas de progresión. Maneras no le faltan al portugués, pese a haber cometido algún error grosero que ha podido costar un gol, como ocurrió en Oviedo. Eso puede ser fruto de su juventud, pero le sobran virtudes.
Tranquilidad en la salida de balón, contundencia, explosivo en el corte, frialdad en momentos clave y serenidad en fases superfluas de juego. Un central de los pies a la cabeza. Además, se entiende bien con Mikel, el único indiscutible con todas las letras. Verdasca es el ejemplo a seguir, tanto para los más jóvenes, como para los que más experiencia atesoran.